Negligencias médicas más comunes durante el parto

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Durante el parto algo muy importante es llevar a cabo un minucioso control del mismo, ya que, en el caso de existir sufrimiento o una falta de oxígeno, esto puede desencadenar en una encefalopatía hipóxico-isquémica.

Por lo tanto, cada minuto que pasa es importante al igual que la indicación de urgencia de una cesárea pudiendo llegar a salvar la vida del recién nacido, un buen control puede ayudar en todos los casos y evitar riesgos.

Por desgracia en España son muchos los casos en los que se producen negligencias ginecológicas-obstétricas; en la mayoría, estas se producen por falta de medios en las administraciones sanitarias públicas o en centros hospitalarios privados.

Para evitarlas en la medida de lo posible, se deben realizar simultáneamente múltiples pruebas y un correcto seguimiento del parto. Sin embargo, esto no siempre es posible debido sobre todo a la escasez de profesionales y la falta de medios, lo que a veces provoca una asistencia inadecuada con consecuencias que son graves e irreversibles para las madres y los recién nacidos, incluyendo en algunos casos el fallecimiento.

Negligencias médicas por omisión de cesárea en el parto

Dentro de la encefalopatía hipóxico-isquémica existen varios grados según su gravedad y también existen distintos pronósticos.

Puede abarcar desde una encefalopatía hipóxico-isquémica leve que provoque una escasa repercusión en el futuro al niño en su capacidad funcional, moderada que tenga una repercusión considerable y la grave que ya sería una alta mortalidad o secuelas neurológicas crónicas importantes.

Además de esto se pueden dar otras negligencias médicas en el parto que podrían ser traumatismos mediante la maniobra de Kristeller o el uso incorrecto de un instrumental, lesiones del plexo braquial neonatal, desgarros vaginales, lesiones provocadas por episiotomía o rotura interina, entre otras.

En el parto pueden darse señales que nos pueden indicar que el parto no se está produciendo de la manera que debería. Para corroborar posibles complicaciones, se puede recurrir a pruebas como los registros cardiotocográficos, las mediciones del pH intrauterino de calota craneal y la exploración física.

  • La exploración física permite descartar urgencias obstétricas como el prolapso del cordón umbilical, procidencias de miembros superiores o inferiores que dificulten o contraindiquen un parto vaginal, así como la correcta posición y la altura a la que se encuentra el neonato a lo largo del canal del parto.
  • Los registros cardiotocográficos o monitores nos informan de si puede existir sufrimiento fetal según exista más o menos variabilidad en la frecuencia cardiaca, así como signos de infección intrauterina por taquicardia fetal.
  • Según el resultado de las dos anteriores será necesaria la realización de una phmetría de calota craneal intrauterina mediante una microtoma. Se trata fundamentalmente de una toma de sangre capilar en la que se mide el pH de la sangre del feto). Un pH por debajo de 7.20 puede indicar sufrimiento fetal y suponer la necesidad de realizar una cesárea.

Si has sido víctima de negligencia médica en el parto no dudes en contactar con Hidalgo Fernández Abogados.

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