¿Conoces la diferencia entre los diferentes tipos de aceite de oliva?

¿Por qué hay tantas etiquetas en los supermercados o tiendas online cuando queremos comprar aove?  Según los últimos datos estadísticos, en España se consumen 170 millones de litros de aceite de oliva al año. ¿Estamos al tanto de qué tipo consumimos? Si quieres saber más, sigue leyendo.

Beneficios del AOVE

Los fenoles en los aceites de oliva ofrecen grandes beneficios para la salud. Entre ellos se encuentra la prevención de numerosas patologías, gracias a su capacidad de prevenir la oxidación de lípidos.

No obstante, debemos tener en cuenta la cantidad de aceite que ingerimos. La ración recomendada es de 3 a 6 cucharadas soperas diarias, dependiendo de la cantidad de calorías necesarias para una dieta equilibrada.

Aunque el aceite de oliva es una buena fuente de grasas saludables, es importante vigilar la cantidad que se consume para evitar el exceso. Una dieta alta en grasas puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares

Sin embargo, si padeces alguna enfermedad diabética o sufres de obesidad, lo más aconsejable es que consultes con tu médico para conocer la cantidad recomendada de consumo de aceite para tu dieta.

Tipos de AOVE según su comercialización

Los aceites se suelen clasificar según su calidad, variedad, metodología de obtención y su grado de acidez, siendo estas últimas características muy importantes para conocer la calidad del aceite.

También es importante observar sus características sensoriales como su color, sabor y olor, ya que estas influyen directamente en el sabor de los alimentos.

Los aceites de mejor calidad suelen tener un color más intenso y un sabor y aroma característicos. Mientras que los de calidad inferior, tienen un sabor y aroma más neutros.

Sin embargo, muchos de estos detalles pueden no quedar tan claros en el etiquetado de los envases. Por ello es importante tener en cuenta sus propiedades antes de elegir un aceite. Te los explicamos todo en detalle a continuación:

Aceite de oliva virgen extra o AOVE

Se le conoce como aceite puro de zumo de aceitunas sanas y maduras, sin aditivos ni conservantes, sin contacto con disolventes orgánicos. Se obtiene directamente de las aceitunas mediante procesos mecánicos.

Es importante mencionar que es de máxima calidad a la par que saludable, debido a su contenido de acidez menor del 0,8%. No obstante, también suele ser el más caro. Además, influyen otros factores como la cantidad de oxígeno activo en el aceite, el grado de oxidación o las ceras que pasan por este.

Aceite de oliva virgen

Sigue siendo extraído de las aceitunas como el anterior, pero cuando presenta el más mínimo defecto sensorial, se le quita la categoría de «extra». En este caso, su acidez debe estar por encima de 0,8% y no superar el 2%.

Sus diferencias parten de su sabor y olor. Por ello, se suele utilizar para cocinar, dado que es mucho más suave.

Aceite de oliva

Es el aceite de calidad inferior y se obtiene de una mezcla de aceites de oliva y refinados.

Para su obtención, se aplica un sistema de refinamiento en el que se utilizan las altas temperaturas para eliminar propiedades negativas, hasta que su ácido oleico no supere el 2%.

Este tipo de aceite pierde gran parte de sus atributos positivos y antioxidantes, lo cual hace que su sabor sea casi imperceptible.

Aceite de orujo de oliva

Se denomina popularmente como «orujo» a los residuos sólidos de la aceituna que se extraen mediante un refinamiento industrial y, después, se le añade una mezcla de aceites de oliva virgen.

En este caso, su grado de acidez no supera el 1%, es decir, aunque sea de baja calidad, es perfectamente comestible.

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